A propósito del nuevo año...
- Isabella
- 6 ene 2022
- 7 Min. de lectura
Eso de organizar el año se me hace más bien complicado sobretodo cuando los primeros días de enero son como una transición a la vida cotidiana; nadie dijo que había fecha de expiración para ello, así que 6 de enero sigo yo organizando el mío.

Tengo mis temas con el orden y la organización porque muchas veces lo confundo con contrario a fluir. En mi mente, donde hay orden la cosa no fluye y si la idea es que fluya, pues ¿para qué organizar?; y bueno, me guste o no, la magia no funciona así.
Si algo he aprendido en estos años de autoconocimiento, de cuestionarme las cosas y de re-plantearme todo lo que creo que sé y lo que no, es que no importa qué tanto quieras una cosa pero si no trabajas por ello, si no destapas tus bloqueos y si no te preparas a recibir eso que tanto quieres, no va a llegar. Y para ello, el primer paso, que uno creería que es obvio y resulta que no, es saber qué quieres.
Personalmente, me encanta el fin de año porque inconscientemente me obliga a repasar en un orden impuesto, los meses del año, las experiencias vividas. En el día a día, pasamos por de todo, alegrías, tristezas, bajones, depresiones, felicidades, logros y fracasos pero curiosamente cuando miramos hacia atrás por lo general las recordamos distintas pensando que a lo mejor eso no fue para tanto, o que esa fiesta fue más bacana de lo que nos dimos cuenta en su momento.
A mi me encanta ese repaso, y este año en particular estuvo mejor que los anteriores porque el 2021 para mi fue una montaña rusa total llena de adrenalina y descubrimientos. Fue increíble recordar todo lo que viví, crecí, logré y superé este año y reconocer que gracias a todo es vivido hoy estoy en un lugar muy feliz y tranquilo de mi vida.
Con esta montaña rusa, vinieron muchos cambios de direcciones, decisiones duras y dificilísimas de tomar, personas y sueños que se quedaron atrás y otros más que llegaron y momentos de mucha claridad y conexión.
Hoy reconozco el 2021 como el año en el que me atreví a vivir todo lo que quise vivir, en el que tomé muchas decisiones y cambios de rumbo, experimenté cosas nuevas, me reté y me descubrí. Uno año de valientes y en el que hice mucho pero mucho trabajo interno. El 2020 para mi fue un caos, una transformación llena de desequilibrios y choques, de revelaciones y muchos comienzos pero también fue esa tormenta, ese torbellino y huracán de emociones lo que me dio el impulso para estar en donde estoy hoy y, afortunadamente, hoy también, lo agradezco.
Este año aprendí que no hay afán y que no hay prisa; que la vida es la suma de los días y que lo único que existe es este preciso momento. Planear es rico, a mi me encanta, y proyectarme de cero a millón también se me da muy fácil pero muchas veces por vivir en el futuro, me privo del presente. Por quererlo todo, no disfruto lo "poco" y de a ratos, me pierdo en una compulsión y sed por una falsa seguridad de garantías, de querer aferrarme a algo o alguien como si fuese a ser eterno cuando lo único eterno que hay es este instante.
Me he quitado el piso varias veces; yo y pues, la vida misma, y de cada caída, hasta ahora, me he sabido levantar y eso, es lo que más valoro y por lo que más me reconozco en este momento. Nunca nadie se ha muerto por empezar de nuevo y a la hora de la verdad, no sabemos qué es lo que nos espera de eso que se fue y lo nuevo que llega.
Hoy tengo planes y me encantan y me emocionan; y si nos sentamos a hablar, o me preguntan por mi, hablo con una seguridad y emoción que pareciera que tuviera mi vida solucionada por los próximos dos años y si bien, hoy tengo una idea de para donde quiero coger, lo que más me emociona es que ya entiendo que, esos planes, son solo eso: planes y que como los compromisos, las decisiones y la vida, en cualquier momento pueden cambiar.
Esos planes que hoy tengo, que cuento y comparto con tanta emoción y brillo en los ojos, también me llenan de nervios y ahí es donde entra a jugar la organización de la que hablo. Me pasa que tengo muchos picos de montaña claros; sé ha donde quiero llegar pero muchas veces son tan ambiciosas y tan grandes esas metas que mi mecanismo de defensa es volverme un ocho. Me vuelvo una etcetera en la cabeza, noches de insomnio y mucha ansiedad porque es tanto lo que quiero hacer que no termino por hacer nada. Me proyecto de cero a millón y se me olvida que para llegar a esa cima solo debo hacer una cosa: dar un paso.
El 28 de diciembre hice una lista de todas las metas que tenía para el 2022 y juemadre que montón. Hice juiciosa la tarea porque pensé que estaba lista para recibir el año con claridad, metas y ejecución pero de ahí no avancé. El siguiente paso de ese proceso de manifestación era desarmar esos objetivos y metas en cositas pequeñas por hacer y al día de hoy, 6 de enero, no lo he hecho.
Entré en pánico total de ver ese reguero de cosas con todo lo que quería y saber todo el trabajo que me esperaba por delante de enfrentarme a esa vaca loca de sueños en la que yo solita me metí. Y lo tengo claro, no lo he hecho porque le tengo resistencia; le tengo resistencia a mis sueños y a mis metas y de a momentos, tengo una vocecita que me dice “eso que crees posible, es una fantasía”, “esto es muy bueno para ser verdad”, “estás en una nube y en cualquier momento vas a caer” y claro que sí, me he caído ya varias veces y con las mismas me vuelvo a levantar y lo más complejo de todo es que de este punto no hay retorno, porque ya una vez probado el oro no hay piedra que valga.
Pueden y van a haber voces, comentarios, opiniones, miradas y desacuerdos que te harán dudar de eso que quieres, pero ahí es donde hay que tener claro ese gran sí para saber uno a qué le dice que no. Con los sueños y las ambiciones viene mucho trabajo, vienen caídas, vienen sombras y vienen momentos rocosos pero son solo estos momentos que te permiten llegar a donde quieres ir; y lo digo con toda la autoridad del caso: mi experiencia personal.
Tomarse el tiempo de procrastinar, está bien pero eventualmente hay que hacer el trabajo. No saber qué quieres está bien, ya con eso tienes un punto de partida. No sentirse feliz, cómodo o motivado, está bien pero es necesario gestionar esa emoción para poder recibir la correcta porque o si no, te vas a quedar donde estás. Lo importante aquí es hacer; sea ya, sea mañana o sea cuando tengas la energía y claridad para hacerlo, pero eventualmente, hacer.
El año no "empieza el 11 de enero", o después del puente de reyes. Las vacaciones no son una "pausa" de tu vida. Las vacaciones son parte de la vida. El año acaba pero empieza al día siguiente y ese mismo día es el día en que tomas las decisiones para ser tu mejor versión. Y ser tu mejor versión no es hacer ejercicio diario, comer siempre saludable, ser siempre amable y sonriente si no más bien, hacer lo que sabes que A TI te hace bien y cuál es el sistema que tienes que adoptar tú para que eso funcione. Y para que te funcione a ti, no a tu pareja, no a tus amigos, no a tus papás o a tus hijos si no a ti.
Los cambios de hábitos comienza cuando tienes una motivación por cambiar. No comienza el lunes, tampoco el primero de enero, y tampoco a las 5 en punto de la tarde. El cambio comienza cuando el dolor de quedarte donde y como estás es más grande que el esfuerzo que implica el cambio. Y ahí es donde empieza el trabajo, tener las cosas claras porque si tú no tienes claro lo que PARA TI es importante, nadie más lo va a hacer por ti. Si tú no tienes claro lo que TU NECESITAS para que funcionen tus relaciones, tus proyectos, tus ideas, tu energía nadie más podrá tenerlo claro por ti y sin eso, es nubloso el panorama.
Haz lo que tengas que hacer para lograr esa lista de deseos y sueños, pero HAZ. No te quedes lamentándote, toma papel y lápiz, ponte los zapatos y camina hacia dónde quieres llegar porque es muy fácil hablar, decir, reflexionar, quejarse pero para TENER hay que HACER.
¿A dónde quieres llegar?, ¿qué precio estás dispuesto a pagar para llegar ahí? y ¿qué quieres más? Quiero hacer un Ironman pero quiero tomar ron todos los fines de semana; quiero emprender pero no quiero sacrificar mi estabilidad financiera; quiero dejar a mi novia pero no quiero quedarme sin pareja; quiero viajar pero no quiero hacerlo sola; quiero mudarme pero quiero quedarme en mi trabajo; quiero cultivar mis amistades pero no quiero ir a los planes con ellos ... listo, ¿qué quieres MÁS? .
Si algo tengo claro en la vida, es que esto funciona y si me dejas darte un consejo: hazme caso y ¡hazte las preguntas!. Empieza por hacer un inventario de tu vida, ¿qué tengo?. Luego, aterriza tus deseos, ¿qué quiero? y ahora, ¿cuál es el primer paso para conseguirlo?. Un paso, uno, unito, chiquitico, pero da un paso y vas a estar bien. Y sí, esto es mucho más complejo y profundo de lo que suena y preciso eso es lo que hacemos en los talleres pero bueno, ¡por algo se empieza! y quién quita, pueden ser estas 3 preguntas, tu primer paso.
Por mi lado, daré mi siguiente paso: de aquí me levanto a terminar lo que empecé el 28 de diciembre, a enfrentarme a ese reguero de sueños y plasmarlos en objetivos. Descifrar y definir tareas claras para lograrlos y como efecto dominó, ponerlos en acción. Uno de ellos es escribir más aquí, así que, ¡por buen camino como que sí voy!.
Ya veremos que será de mi en el 2022 por ahora, abrazo, honro y agradezco lo vivido y aprendido en el 2021. Mis planes me emocionan y me motivan y con eso, en el lugar que estoy, me basta. Vida mía, gracias, gracias, gracias, ¡este año se viene bomba!
Mi 2021 en una palabra: Liberador
A ti, te deseo lo mismo: muchas dudas, terremotos y revelaciones para que llegues a ese lugar en donde quieres estar, te garantizo, que ese oasis, te está esperando.
Antes de despedirme, ¿cómo fue tu 2021? ... Si te animas, escribe en los comentarios una palabra que lo que para ti representó este año, ¡me encantaría leerte!.
Como siempre, gracias por sostener mis palabras y mi proceso de crecimiento, haces posible mis sueños. A veces se me olvida lo fácil que es re-conectarme y alinearme con mis proyectos; tan sencillo como venir a escribir aquí.
Con amor,
Isabella
P. D En mi instagram compartí lo que fue una parte de mi 2021; me gusta recordar con fotos, aquí esta el link: https://www.instagram.com/stories/highlights/18274920505031483/?hl=en
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